En 1882, en un pequeño pueblo del de la isla de Mallorca llamado Llubí, un carpintero de nombre Jorge Perelló Perelló decide cambiar de profesión y funda unas destilerías tradicionales.
Tras ejercer durante unos años esta profesión, traspasó esas destilerías a sus hijos Jorge y Antonio Perelló Planas, quien decidieron tomar caminos diferentes. Antonio, en 1917, como hicieron muchos mallorquines de aquella época, emigró a América y establece unas destilerías en Mendoza (Argentina). Pero en 1947, su segundo hijo, Antonio Perelló Perelló, abre nuevamente las destilerías en los antiguos locales de Llubí, donde empezó su abuelo. Poco a poco va ampliando la superficie, a medida que aumenta progresivamente su producción. En 1973 se convierte en Sociedad Anónima con el nombre de Dos Perellons SA (en referencia a sus dos apellidos). En 1991, por razones de expansión, se traslada a unos nuevos locales en el polígono industrial de Son Castelló de Palma de Mallorca.
Hoy, más de 130 años después de su fundación, sigue siendo una empresa artesana y familiar regentada por su cuarta generación y donde su quinta generación ya está aprendiendo oficia para poder seguir la antigua tradición familiar.